"Mi preocupación es con la materia de la pintura", afirma Plínio Palhano sobre su trabajo actual, que sucede a Flores de Fuego - una explosión cromática en una línea de tendencia abstracta del tema -, pinturas expuestas el año 1985, en la Alcaldía de Olinda, Estado de Pernambuco, Brasil.

En Pintura-Materia - título de la muestra que el artista de Recife abrirá el próximo miércoles, a las 8 p.m., en la Galería Vicente do Rêgo Monteiro, en el barrio Derby - lo que ha cambiado de manera fundamental respecto a Flores de Fuego es el hecho de que ahora, en vez de producir trabajos en los que el asunto es tan sólo pretexto para explorar sus propias inquietudes y energía creadora, en una figuración basada en la fantasía y la imaginación, Palhano creó esos óleos con base en la observación in loco de paisajes y figuras humanas, o de fotos de éstas, volviendo más explícito el aspecto figurativo de su obra pictórica.

En Pintura-Materia hay una definición del modelaje de las formas respecto de sus series de pintura anteriores. Sigue presente sin embargo la transfiguración de la realidad visual mediante el sentido poético del artista y de la vinculación expresionista de su lenguaje.

"En pintura, prefiero la materia al tema. Una pincelada: es esa espesa dosis que alumbra, que define al cuadro, dándole forma a una abstracción minúscula". La observación es del pintor mismo, quien, utilizando pinceles, espátulas, los dedos, produce una pintura sensorial, heredera del tachismo y del informalismo, cromáticamente vibrante, de texturas diferenciadas, con mayor concentración de materia (tinta) en algunos sectores.

Temáticamente diversificada, Pintura-Materia, de Plínio Palhano (que acaba de ser premiado en el Salón de Arte Contemporáneo de Pernambuco - versión 1987) -, reúne en la Galería Vicente do Rêgo Monteiro, de la Fundación Joaquim Nabuco, una naturaleza muerta, un autoretrato (muy bueno, dicho sea de paso), escenas de carnaval, de ferias y paisajes del archipiélago de Fernando de Noronha (donde Palhano estuvo, hace algunos meses, con otros artistas). La diversificación temática es, por cierto, algo nuevo en una muestra individual de Plínio Palhano, quien antes (Paisajes de Nuestra Vida o Partes del Cuerpo Animal, por ejemplo) prefería partir desde una perspectiva más amplia de determinado asunto para particularizarlo en sus detalles, el todo fragmentado en cada composición, como si fueran capítulos de un mismo cuento.

"A la pintura de Plínio Palhano la distingue un sentimiento dramático". Así ha escrito Montez Magno a propósito de la obra anterior del artista, lo cual también podría decirse de la muestra actual. Para estos óleos de hoy es asimismo válida la observación de Francisco Brennand respecto de Flores de Fuego: "En los trabajos se ve precisamente el compromiso cada vez más radical del pintor consigo mismo, con el lado dramático, rembrandtiano, vangoghiano, iberecamarguiano, presente siempre en su personalidad de pintor".

Recife, 22 de noviembre de 1987